Para probar esta prenda en acción uno de los diseñadores, Peter Salzmann, se tiró al precipicio desde una altitud de más de 3.000 metros en la zona situada cerca de los picos de la cordillera Hohe Tauern en los Alpes. Durante este experimento fue asistido por otros dos experimentadores temerarios.
En el vídeo publicado por BMW en YouTube se puede ver cómo al principio los tres vuelan en una línea recta dirigiéndose a un macizo montañoso. Sin embargo, Salzmann consigue acelerar más rápido con ayuda de su sistema de propulsión eléctrica y acaba adelantando a sus compañeros.
Un soporte de pecho unido al traje alberga dos hélices de carbono que generan potencia de entre 7,5 kW y 15 kW en cuestión de tan solo cinco minutos.
"Inicialmente íbamos a colocarla en la parte trasera. Pero después de [realizar] los dibujos iniciales y las discusiones con los expertos en aerodinámica, decidimos mover la unidad de vuelo a la parte delantera", explicó Salzmann, citado por el tabloide británico Daily Mail.
Posteriormente el ingenio se asoció con BMW, que le ofreció herramientas necesarias para este traje y uno de ellos era el sistema de impulsión. El grupo trabajó en un sistema más pequeño, de más de un metro de ancho, equipado con dos hélices de casi 13 centímetros. Una vez reunidos estos dos elementos resultaron en la creación de un aparato que parecía "un minisubmarino futurista", recordó Salzmann.
Al mismo tiempo el soporte del pecho que se alimenta por una batería de litio de 50 voltios, que pesa casi 12 kilogramos, también está equipado con una unidad de almacenamiento de energía. Y finalmente el elemento secreto del diseño de la prenda es su acelerador unido a la manga izquierda que permite a su usuario alcanzar una velocidad de casi 300 km/h.