El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, encabeza el ranking con casi 60% de cuentas ficticias. Según su cuenta oficial es seguido por 427.283 personas, de las cuales 247.824 (58,10%) no serían humanos.
Más atrás aparecen el panameño Nito Cortizo con 48.6% (286.254 seguidores), el costarricense Carlos Alvarado con 44% (173.077 seguidores), y Luis Abinader de República Dominicana con 34% (497.398 seguidores).
"La tecnología avanza a pasos agigantados y hoy simular un tipo de inteligencia aparentemente humana no es complicado", dijo a Sputnik José Kont, director ejecutivo de iLifebelt. "Acceder a redes sociales es cada vez más sencillo (...) son espacios donde este tipo de perfiles no necesariamente humanos se integran también", acotó.
"Entendiendo la manera en que avanzó la tecnología, los latinoamericanos, y todo el mundo en general, consideramos a Internet una de nuestras plataformas fundamentales para informarnos. Esto ha generado un mercado de construcción de plataformas y perfiles no basados en seres humanos sino en inteligencia artificial o digital, que en general les llamamos los perfiles falsos", describió.
Baño de masas virtual
La lógica detrás de estos perfiles falsos se relaciona con viejas prácticas políticas conocidas en la región, como contratar personas para aumentar la presencia en actos de campaña y así dejar la sensación de contar con respaldo popular.
Kont señaló otra motivación que impulsa la creación de este tipo de cuentas. "Como figura política voy a tener siempre promotores y detractores. Y se ha demostrado que los mensajes que una persona emite por ejemplo en Twitter pueden ser utilizados para atacarla o promoverla", sostuvo.
Variables reales sobre los falsos
Kont explicó que para realizar el ranking y establecer cuáles perfiles serían falsos se tomaron en cuenta 25 variables.
El entrevistado también mencionó como una importante señal de falsedad el hecho de las llamadas publicaciones automáticas. "Al analizar un hashtag o palabra se observa que literalmente lo que ese perfil pone, aparece en otros 10 al mismo momento", ilustró.
"Si en algún momento empiezo a ser continuamente atacado, o un tuit que publiqué hace dos años empieza a ser retuiteado masivamente, lo más probable es que sean perfiles autómatas que quieren colocar un tema sobre la palestra", acotó.
Alerta democrática
"Estos perfiles rastrean temas de tendencia que dentro de los ecosistemas digitales sean muy relevantes. Twitter dice que si esta persona constantemente genera debate los algoritmos le dan más preponderancia", indicó.
"Si un usuario común ve un tema de tendencia en Twitter, y que miles de cuentas están atacando ese tema, va creer que eso es el sentir de la población y se va a ver influenciado o creer esa información", ilustró.
Por otro lado, el director ejecutivo de iLifebelt advirtió que así como pueden afectar procesos democráticos también lo pueden hacer en temas empresariales incluso a niveles individuales.
"Hay personas a las que les da miedo incluso emitir opiniones y comentarios por creer que serán agredidos. Quizá lo que ocurre muchas veces es que son víctimas de perfiles falsos que se dedican a la explotación de conflictos a nivel digital", finalizó.