A mediados de agosto, Washington y Varsovia firmaron un acuerdo para reforzar el contingente estadounidense en Polonia. Según el documento, se enviarán 1.000 soldados al país y su número total alcanzará los 6.000. Polonia tendrá que asignar miles de millones de dólares para su mantenimiento.
EEUU presta su ayuda a Polonia ante la supuesta amenaza rusa, señala Nikolái Protopópov, columnista de la edición en ruso de Sputnik. Además, Washington está listo para "garantizar la seguridad" de Ucrania y los países bálticos.
Varsovia se encarga de los gastos de calefacción, electricidad, suministro de agua, retirada de basura y los servicios de limpieza. Además, el Ejército de EEUU gozará de ciertos beneficios: podrá utilizar gratis los ferrocarriles y los aeropuertos, no tendrá que pagar tasas de navegación ni el mantenimiento de las aeronaves ni su estacionamiento.
El Pentágono se ha reservado el derecho de ampliar la lista de requisitos. En particular, contempla "las necesidades operacionales urgentes de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos". Por ejemplo, durante los ejercicios, los estadounidenses pueden usar la propiedad municipal e incluso privada de los polacos de forma gratuita.
Según observa Stanislav Stremidlovski, analista de la política de Polonia, se asignan unos 130 millones de dólares al año para la infraestructura de militares estadounidenses, como la vivienda y las instalaciones de almacenamiento de armas.
Este tipo de trato con los aliados es una norma para los estadounidenses, señala, por su parte, Artiom Kuréyev, experto militar del club analítico Valdái.
"Hace apenas unos años, llevaron a cabo una campaña de información en los países tercermundistas, explicaron las ventajas económicas que proporciona una base militar estadounidense. (…) Pero todo cambió con la llegada de Trump. Como un verdadero hombre de negocios, propuso el concepto de exportación de seguridad. La idea es que los aliados paguen por todo", explicó en comentarios a Sputnik.
"El partido está tratando de construir relaciones bilaterales con EEUU, como lo demuestra el enorme gasto en armas estadounidenses", comentó Stremidlovski.
Según el analista, se puede entender por qué Varsovia compra los sistemas Patriot, porque son sistemas defensivos. Sin embargo, "no está claro por qué necesita varias docenas de cazas F-35".
"Los funcionarios aseguran que los polacos ganarán mucho más. Argumentan que el despliegue del Ejército estadounidense en el Reino Unido y España les trae 1.300 millones y 600 millones de dólares al año, respectivamente. Pero en estos países, las bases de EEUU son permanentes, y en Polonia, temporales. Por lo tanto, es muy posible que las autoridades no revelen todos los costos, dada la diferencia entre el despliegue permanente y el rotativo", señaló Stremidlovski.
Kuréyev, a su vez, recordó una famosa frase que se le atribuye a Napoleón: "Un pueblo que no quiere alimentar a su ejército, alimentará a uno ajeno".
"Eso es lo que pasó en Europa del Este. Los Estados bálticos, que no tienen fuerzas aéreas, invierten en el mantenimiento de la infraestructura de las bases aéreas de sus aliados. Y no es EEUU quien paga a Polonia, sino que Varsovia asume los gastos relacionados con el traslado del contingente estadounidense. El Pentágono solo paga los salarios de los militares".
Según los miembros del partido gobernante polaco Ley y Justicia, si Donald Trump gana las próximas elecciones en EEUU, las perspectivas de desarrollo de la OTAN podrían incluso ponerse en duda. El teatro prioritario de las operaciones militares de Estados Unidos se ha trasladado a Asia y ya suenan propuestas para crear un nuevo bloque militar que involucre a los países asiáticos. Y es improbable que Washington tenga dos alianzas a la vez, comenta Protopópov.
Al mismo tiempo, otros deudores permanentes de EEUU son los miembros bálticos de la OTAN que gastan en defensa menos del 2% del PIB. Los estadounidenses están literalmente forzando a esos Estados a comprar su maquinaria bélica.
EEUU, mientras tanto, asigna pequeñas sumas para el desarrollo de la infraestructura militar en el Báltico. Por ejemplo, se gastarán unos 50 millones de dólares en el diseño de instalaciones militares en Estonia, Letonia y Lituania. Sin embargo, hay una condición estricta: los contratos de trabajo deben celebrarse solo con las empresas estadounidenses.