"Moscú está probando un sistema de misiles de crucero subsónico de propulsión nuclear que tiene alcance global y que permitiría un ataque desde direcciones inesperadas", afirmó el teniente general Jim Hockenhull, jefe de Inteligencia de Defensa del Reino Unido, citado por el diario The Telegraph.
Según The Telegraph, el general Hockenhull se refería al misil 9M730 Burevestnik, designado SSC-X-9 Skyfall por la OTAN.
No obstante, el experto militar ruso Alexéi Leonkov calificó de infundada la suposición del Ejército británico de que el misil de crucero avanzado ruso Burevestnik pueda volar en la atmósfera durante años.
"Hay una expresión: 'el miedo tiene muchos ojos'. Nunca hemos dicho en Rusia que Burevestnik pueda permanecer en la atmósfera durante varios años ni hacer piruetas. Estas declaraciones son una especie de fantasía. Cada arma se utiliza para su propósito, las interminables maniobras del Burevestnik sobre el océano mundial son absurdas", dijo Leonkov.
El experto subrayó que el Burevestnik es principalmente un arma de represalia, cuya ventaja es que garantiza el alcance y la destrucción de la infraestructura militar de un enemigo potencial para impedir que continúe la agresión contra Rusia después de un ataque nuclear.
"El Burevestnik no es un misil supersónico, vuela a una velocidad subsónica, pero está trazando su propia ruta para que los sistemas de defensa antiaérea restantes del enemigo no puedan detenerlo", explicó el interlocutor de la agencia.
En su discurso ante la Asamblea Federal en 2018, el presidente ruso, Vladímir Putin, presentó los últimos desarrollos rusos de armas estratégicas, incluidos los sistemas hipersónicos Kinzhal, Avangard, Burevestnik, el láser de combate Peresvet y el dron submarino de propulsión nuclear Poseidon.