Los ingenieros de Emiratos Árabes Unidos han trabajado para construir esta sonda desde 2014. Con esta iniciativa se buscaba animar a los jóvenes árabes a dedicarse a la ciencia y a la tecnología, mostrar que estas esferas serán muy importantes y que presentarán enormes oportunidades en el futuro, señaló el interlocutor de la agencia.
"Nos gustaría que proyectos como este se realizasen por todo el mundo árabe: que unan y ayuden a toda la región a desarrollarse", aseveró.
Imran Sharaf cree que el posible aporte de la sonda espacial Hope no puede ser subestimado, ya que esta permitirá estudiar por completo la atmósfera de Marte 24 horas al día y en cualquier condición climática "por primera vez en la historia".
"De esta manera, ayudamos a crear una economía competitiva y diversificada basada en tecnologías innovadoras", indicó.
Reconoció que los ingenieros tropezaron con muchos problemas a la hora de construir esta sonda, pero que a pesar de ello trabajaron de forma independiente en todas las etapas. Mientras tanto el Gobierno del país exigía que se planteasen metas y tareas científicas completamente únicas y nuevas para cumplir en el marco de la misión.
"Con este proyecto buscamos no solo llegar a Marte, sino también desarrollar todo un sistema de economía intelectual que impulse el desarrollo de distintos sectores (...) Además, nuestro grupo de trabajo destacó por una estrecha cooperación y no por la competencia. Esta es la razón por la que fuimos capaces de realizar una labor de esa magnitud lo suficientemente rápido", resumió.
Según Sharaf, durante cinco años a su equipo le asesoró la Universidad de Colorado, con quien también trabajó estrechamente y aprendió mucho, para poder lanzar esta sonda.