"No, no cambiamos el zodiaco", subrayó la NASA a través de su cuenta de Twitter.
La realidad es que la agencia espacial ni siquiera tiene ese poder. Como aclararon, sus profesionales se dedican a la astronomía. Es decir, al estudio científico de todo lo que se encuentra en el espacio ultraterrestre. La astrología, por su parte, no es una ciencia y sí una creencia de que las posiciones de las estrellas y los planetas pueden influir en nuestra vida de alguna manera.
"Los astrónomos y otros científicos saben que las estrellas a muchos años luz de distancia no tienen ningún efecto en las actividades cotidianas de los humanos en la Tierra", destacó la NASA.
Entonces… ¿de dónde surgió la historia de que la agencia espacial estaría cambiando el zodiaco?
Los babilonios "dividieron el zodiaco en 12 partes iguales. (...) Escogieron 12 constelaciones en el zodiaco, una para cada una de las 12 'rebanadas'. Entonces, a medida que la Tierra orbita alrededor del Sol, este parecería pasar a través de cada una de las 12 partes del zodíaco. Como los babilonios ya tenían un calendario de 12 meses (basado en las fases de la Luna), cada mes tenía una porción del zodiaco para sí", detalló la NASA.
El problema es que, incluso en aquella época, los babilonios ya habían identificado 13 constelaciones en el zodiaco. Sin embargo, como dividían su calendario en 12 partes, decidieron dejar una constelación fuera: la Ofiuco. E incluso así algunas de las fechas ya no cuadraban con el signo designado.
Tres milenios más tarde, el cielo ha cambiado debido a que el eje de la Tierra ya no apunta en la misma dirección. Además, ahora se sabe que las constelaciones son de diferentes tamaños y formas, por lo que el Sol pasa diferentes períodos de tiempo alineados con cada una, explicó la NASA.