Si te sale el huevo más duro de lo que querías, lo cueces demasiado o, quizás, eliges una manera de hervir inadecuada.
Un gráfico, publicado por el diario Business Insider, te ayudará a elegir la opción más adecuada para que consigas los huevos como los quieras.
Los autores proponen tres maneras de cocer los huevos:
- meter los huevos fríos en agua ya hirviendo, bajar inmediatamente el fuego y poner en marcha el temporizador;
- meter los huevos fríos en agua fría, llevarla a ebullición, bajar el fuego, y luego poner en marcha el temporizador;
- meter los huevos fríos en agua ya hirviendo, cubrir la olla con una tapa bien ajustada, bajar el fuego y poner en marcha el temporizador.
Dependiendo de la manera de cocer que elijas, cambiará el tiempo de cocción y el resultado. Así, para disfrutar de un clásico huevo pasado por agua y comer la yema con la cucharilla, eliges el primer método y lo cueces solo cinco minutos.
Y para conseguir un huevo duro, eliges la segunda manera y también pones el temporizador a cinco minutos.
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