El proceso de renegociación de la deuda ecuatoriana parece haber llegado a su fin, a pesar de que resta ultimar detalles. El anuncio fue realizado vía Twitter por el presidente Lenín Moreno, donde detalló los nuevos términos alcanzados.
Según escribió, el grupo más grande de tenedores de bonosle dio el visto bueno a la propuesta de su Ejecutivo, lo que reducirá la deuda en 1.500 millones de dólares, bajará los intereses de 9,3% a 5,2% y ampliará el período de gracia para los futuros pagos.
"Desde el 2014 Ecuador empezó un ritmo agresivo de endeudamiento que ha llevado a que solamente la deuda pública externa represente un 43% del Producto Bruto Interno. O sea que de todo lo que Ecuador produce, 43% es deuda externa. Esto es una complicación adicional dada la condición de economía dolarizada", explicó a Sputnik el economista John Cajas Guijarro.
Para el profesor de la Universidad Central del Ecuador, el endeudamiento comenzó en la gestión de Rafael Correa (2007-2017) pero se aceleró "especialmente" con su sucesor Moreno.
"Es un problema grave que ha carcomido bastante el presupuesto estatal porque actualmente para el pago de deuda, tanto interna como externa, se ha estado destinando alrededor de un tercio del presupuesto del Estado tanto a pagar los intereses como a la amortización de ese pasivo", agregó.
Además de las obligaciones con los bonistas, que suman unos 18.700 millones de dólares —que fueron los renegociados—, Ecuador tiene otros acreedores. Entre ellos acumula una cuenta de 6.000 millones de dólares con otros Estados, entre los que destaca China, y una de 13.000 millones de dólares con distintos organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
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