El mercado del oro se vio sumido en un caos en marzo, puesto que la suspensión de vuelos y los cierres de refinerías hicieron que los comerciantes temieran no poder llevar el oro a Nueva York a tiempo para entregarlo contra los contratos de futuros, recuerda el medio.
Esto, a su vez, hizo que los futuros, que normalmente se negocian al mismo ritmo que el precio corriente de Londres, se dispararan a una prima de hasta 70 dólares la onza.
La explosión de los diferenciales del oro a principios de este año provocó grandes pérdidas en algunos bancos, que suelen vender futuros en Nueva York para cubrir sus posiciones en el mercado extrabursátil de Londres.
HSBC Holdings Plc. perdió 200 millones de dólares en un solo día de operaciones, lo que ilustra los desafíos que enfrentan los bancos debido a la agitación en el intercambio de activos físicos (EFP, por sus siglas en inglés).
La plata y el platino han estado viendo diferencias de precios similares. El diferencial de precios entre los futuros de la plata y los precios spot terminó el segundo trimestre en el nivel más alto en casi cuatro décadas, observa el medio. El EFP del platino alcanzó su nivel más alto desde principios de 2008. Y el paladio tuvo la mayor diferencia registrada desde 1993.
La agitación causó que las reservas se dispararan en medio de los esfuerzos por satisfacer la aparente escasez. Los inventarios de plata y platino en la bolsa alcanzaron un récord y se mantienen cerca de esos niveles.
Mientras tanto, las posiciones de futuros se han ido reduciendo a raíz de las dislocaciones provocadas por la pandemia, creando un exceso de metal similar al de oro.