Un índice glucémico alto que conlleva un aumento de peso, una falta de nutrientes en muchos de los casos... Son varias las cosas que tradicionalmente han colgado al pan la etiqueta de producto poco amigo de las dietas. Pero si eres amante de este alimento, hay buenas noticias: no tienes por qué dejar de comerlo, solo hay que saber elegir bien y dar preferencia al pan integral.
"Es prácticamente imposible encontrar variedades en que el ingrediente principal sea la harina integral. Aunque diga 'pan fitness' o 'pan sano', siempre tiene harina blanca. Esta está prácticamente vacía. Tiene algo, pero la mayor parte de las vitaminas y microelementos está eliminada", aconseja la experta.
"En la dietética todo va por modas. Hubo un período en que se culpaba de todo a las grasas. Se creó un superproducto, la margarina (...). Al final resultó que esta contiene grasas trans, que son más perjudiciales para el corazón. Creo que la moda de las dietas sin gluten también pasará pronto", prosigue la dietista.
En definitiva, lo importante es asegurarse de llevar una dieta equilibrada y en la que haya suficiente aporte de diferentes nutrientes. En palabras de la locutora de Sputnik, "cuanto más variada sea la alimentación y más tipos de harina, clases de productos horneados y variedad de platos tenga, mejor será para el organismo".