La extensión de los contagios de COVID-19 en Brasil, la consecuente caída de la actividad económica y la inestabilidad internacional por la pandemia tuvieron un fuerte impacto. A pesar de los esfuerzos del presidente, Jair Bolsonaro, por minimizar los daños que el virus provocaría y animar a la población a mantener sin cambios su rutina, la economía no dejó de caer.
"Brasil va a tener su peor recesión de los últimos 120 años. No hay nada parecido en el último siglo. Estimo, junto a algunos economistas independientes, que caerá entre el 8% y el 10%", señaló a Sputnik el economista paraguayo Víctor Raúl Benítez, doctor en ciencias políticas y profesor de la Fundación Getulio Vargas de Brasil.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional es más optimista y prevé una contracción del 5,6% del Producto Bruto Interno (PBI) durante 2020. Para Benítez la situación es más grave de lo que muchos entienden y solo es comparable "al inicio del siglo XX, luego de la Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay, cuando Brasil se endeudó bastante y quedó muy golpeado".
"Por el lado fiscal la deuda va a generar un déficit considerable. Del año 2008 a 2009 la deuda pública saltó cuatro puntos porcentuales sobre el PIB. Ahora creo que el salto va a ser de 15 puntos porcentuales y llegará al 100% del PIB. Es decir, la deuda pública con relación al Producto Bruto llegará a ser igual a ese Producto. Esto se debe a una brusca disminución de las recaudaciones y a un incremento brutal de la política fiscal como son las subvenciones a las clases más necesitadas, entre otras", puntualizó.
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