Los inversores siempre buscan estabilidad y seguridad, y en los años anteriores de relativa prosperidad económica en el mundo desarrollado la han encontrado en bonos y obligaciones de Estados con tasas de interés atractivas, todo marcado por una inflación controlada.
No obstante, actualmente, en un contexto en que los Estados están abusando de la impresión de divisas con la consiguiente devaluación de la misma y unos tipos de interés próximos al cero o negativos, se abre un panorama de déficit e inflación que se traduce en un contexto de gran incertidumbre en el que el oro vuelve a emerger como inversión atractiva.
Esta situación está suscitando una avalancha de evaluaciones y opiniones de expertos que, en general, coinciden en que los meses venideros traerán nuevas subidas del precio del oro. He aquí algunas de esas valoraciones, recogidas por el medio español El Economista.
"Esto, junto con las presiones de monetización a medida que aumentan con los grandes déficits fiscales en EEUU y en todo el mundo, debería hacer que los inversores elijan el metal precioso como protección", concluyen los analistas de TD Securities.
Carsten Fritsch, analista de Commerzbank, coincide en este sentido, y añade que hay múltiples factores detrás del aumento de los precios del oro, como las tasas de intereses negativas de Estados Unidos y las tensiones entre este y China, entre otros. "Dado este caos y confusión, apenas sorprende que el oro esté viendo un nivel de interés de compra sin precedentes", asegura el experto del banco alemán.
Valga como comparación que en las últimas semanas el precio del valor refugio se mantiene relativamente estable por encima de los 1.700 dólares por onza.
El pronóstico más positivo habla de incluso 3.000 dólares por onza y proviene del banco de inversiones estadounidense Bank of America Merrill Lynch: "A medida que los bancos centrales y los gobiernos duplican sus balances y déficits fiscales respectivamente, también hemos decidido aumentar nuestro objetivo de oro para dentro de 18 meses desde los 2.000 dólares hasta los 3.000 dólares", informaba el banco, citado por El Economista.
Sea como sea, estas estadísticas permiten extraer conclusiones generales para todas las divisas, según los analistas de Morgan Stanley, quienes destacan que "hay que tomar este movimiento del oro como una señal de erosión de la confianza en el dinero generado por el banco central en general, una tendencia que probablemente continuará hasta que vuelva el crecimiento suficiente para poner la política fiscal en un camino más eficiente".