La investigación, publicada en la revista científica Nature Communications, diseñó un dispositivo optomecánico, más pequeño que un pelo, con la capacidad de medir los movimientos de cualquier objeto nanométrico, es decir, con un tamaño de una millonésima parte de un milímetro. Además se trata del primer aparato de este tipo que tiene una frecuencia ajustable, de acuerdo a lo que se quiera estudiar.
Su objetivo principal al desarrollar este aparato era que fuera utilizado para la computación cuántica, dado que tiene la capacidad de medir los fotones (partículas portadoras de luz). Esto permitiría elaborar computadoras y dispositivos más sofisticados en tecnología que los actuales.
"El problema que tenemos con las máquinas actuales es que pierden mucha energía, casi todas se calientan. Pero si pudiéramos usar la fotónica y no la electrónica tendríamos aparatos mucho más eficientes que gastarían menos energía en hacer procesos como guardar y transmitir información, y serían mucho más rápidos", añadió el investigador chileno.
"A largo plazo podríamos desarrollar aparatos que emitan ondas para afectar a los virus, que logren excitarlos hasta destruirlos. Si tú excitas mucho algo, como un globo, puedes llegar a hacer que se mueva tan fuerte que térmicamente podrías hacerle daño", concluyó Clerc.