La Vespa mandarinia puede llegar a medir hasta cinco centímetros de longitud, con alas de más de siete centímetros. Es originaria de Japón y Asia Oriental pero por primera vez se encontró en el estado de Washington en EEUU y en la provincia canadiense de la Columbia Británica.
"Son avispones de origen asiático, que viven en colonias no muy numerosas. En EEUU y Canadá están atacando con frecuencia a las abejas y generan alarma porque en poco tiempo logran diezmar una colmena. Pero también pueden picar a humanos con un veneno muy potente, más de una vez, a diferencia de la abeja que pica una vez y muere", explicó el apicultor uruguayo Eduardo Somma.
Las abejas son una "presa muy apetecible" para estos insectos no solo por su cuerpo sino por el polen, que contiene proteína vegetal, y por el néctar que transportan en su estómago. A su vez, atacan las colmenas porque allí se sirven de miel y de las crías, que son alimentadas con jalea real.
"En EEUU se está haciendo una campaña para combatir este insecto porque su poder destructivo e invasivo es muy alto. En países donde la abeja está cobrando una gran importancia por su poder polinizador existe una preocupación por la disminución de su población. La aparición de este depredador pone en riesgo el desarrollo de la apicultura", concluyó Somma.