En un momento en el que la atención está puesta en lo que sucede con la pandemia del nuevo coronavirus, el Gobierno argentino sorprendió con su decisión de retirar al país de las negociaciones en torno a nuevos acuerdos de libre comercio en el marco del Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
El Ministerio de Relaciones Exteriores argentino explicó en un comunicado que había informado al bloque sus diferencias en relación con la aceleración de las "tratativas para concretar acuerdos de libre comercio con Corea del Sur, Singapur, Líbano, Canadá, India, entre otros". Además desestimó el momento actual para realizar negociaciones basándose en el estado de su economía y en la incertidumbre internacional.
"La decisión de Argentina (…) es sin dudas una decisión histórica, que marca una ruptura con su trayectoria dentro del MERCOSUR, que siempre ha bregado por mantener la cohesión de la unión aduanera", analizó en diálogo con Sputnik la doctora en relaciones internacionales Julieta Zelicovich.
"La negociación que más ruido le hace a Argentina, y más problemas le genera, es la del MERCOSUR con Corea del Sur. Allí se pone en juego gran parte del espacio de políticas para el sector industrial argentino, en un contexto donde la política exterior y la política económica nacional están subordinadas a dos objetivos superiores: la renegociación de la deuda externa y el combate de la pandemia y la recuperación económica pos COVID-19", agregó la docente argentina de la Universidad Nacional de Rosario e investigadora del CONICET.
Brasil lidera el pedido que acompaña Uruguay de flexibilizar las posibilidades individuales de los países de negociar en solitario, algo que el Ejecutivo argentino descartó desde la campaña electoral. Sin embargo, su salida de la mesa de negociación podría darle nuevos aires a esta discusión.
"El acuerdo entre el MERCOSUR y la Unión Europea había sido un triunfo para los que querían defender la institucionalidad del MERCOSUR y su vigencia como mecanismo para negociación con terceros. Esta decisión de Argentina revierte ese momento y vuelve a dejarlo como una figura muy debilitada", señaló la experta.
Pero Fernández no lo entendió así. En diálogo con la radio El Destape señaló que su predecesor Mauricio Macri y el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, habían permitido que cada país hiciera sus tratados, y así el bloque "no tiene sentido". "Si ellos quieren tirarlo por la borda, que lo digan", completó.
En la misma línea, el mandatario se comunicó con el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, y mantuvo una videoconferencia en la que le solicitó fortalecer el bloque. Sin embargo, para Zelicovich la posición en que Argentina puso a sus socios los debilita y no vigoriza ni el rol del bloque ni el de los Estados individualmente.
"Fortalece la posición negociadora de las contrapartes. Es muy probable que Corea del Sur le demande a Brasil, Paraguay y Uruguay mejorar sus ofertas dado que es muy probable que Argentina no integre parte del acuerdo negociado y, respecto al MERCOSUR, deja a sus instituciones mucho más debilitadas que antes", afirmó la entrevistada.