"No tardarán en caer", advirtió el presidente salvadoreño Nayib Bukele sobre la ubicación de miembros de la pandilla Mara Salvatrucha, presuntamente responsables de parte de los 53 homicidios del último fin de semana.
El mandatario indicó vía Twitter que otra gran cantidad de personas fue capturada, agradeció a la policía y señaló que la Fiscalía se comportó a la "altura". En las últimas horas, Bukele dio instrucciones para atender la situación carcelaria, las que fueron cuestionadas por violar el orden institucional y la Constitución.
Bukele "rompe con el orden institucional, desacredita la función de la Fiscalía. (...) En uno de sus últimos tuits, le ordena y le dice que debe procesar a sectores que protegen a pandilleros, y ahí creo que entramos varios: las organizaciones de derechos humanos, partidos de la oposición; incluso dice al Fiscal que, de no hacerlo, podría procesarlo por omisión", dijo a En Órbita Saúl Baños, director ejecutivo de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho.
"Este tipo de mensajes y decisiones profundizan el populismo punitivo. Son acciones autoritarias, polarizantes. Él [Bukele] determina quién es bueno y quién es malo", afirmó el entrevistado.
El lunes 27, en diversas cárceles del país se comenzaron a sellar con planchas de metal las puertas de celdas donde se alojan pandilleros. De acuerdo a las autoridades, los reclusos se comunican por señas y las órdenes de asesinato las trasladan a la calle quienes salen en libertad.
El presidente decretó la emergencia carcelaria, pero sin embargo el procedimiento indica que esta debe ser solicitada por la dirección de cada establecimiento.
Otra de las órdenes del mandatario fue habilitar a la policía y al Ejército a usar la "fuerza letal". Sobre este punto, el director de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho consideró que "el Ejército no está formado para seguridad pública ni en Derechos Humanos, por eso creemos que se pueden dar prácticas que extralimiten los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad de la fuerza”.
"Durante esta pandemia, en una de sus cadenas de radio y televisión [Bukele] pedía a los agentes de autoridad que doblaran brazos o muñecas a quienes no cumplían con la cuarentena y salieran a las calles. Y esta nueva orden de 'fuerza letal' es más profunda e irresponsable y podría dar licencia a miembros alineados a este tipo de pensamiento", apuntó Baños.
Migrantes en México
Se estima que el 9% de los contagiados por la pandemia en México ha fallecido. Esta cifra lo ubica por encima del promedio mundial de muertes por este patógeno, que es del 6.9%, según datos de la Universidad Johns Hopkins. Las ciudades más afectadas son Chihuahua, Guerrero, Morelos, Puebla, Sinaloa y Michoacán, con un promedio superior al 14%.
En Órbita consultó por este tema a Salva Lacruz, miembro del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova en México.
"En este momento de contingencia, con miles de personas hacinadas y problemas de salubridad médica, hemos exigido estas últimas semanas la liberación inmediata de estas personas, lo que en gran medida ha ocurrido. Unas 6.000 o 7.000 personas fueron liberadas a principios de marzo de las que quedan unas 100, la mayoría en frontera sur", señaló el entrevistado.
Lacruz consideró esta situación como "un alivio" ante la crisis sanitaria, aunque reconoció que existen "críticas por cómo se gestó esta liberación, con abandono en la calle a personas que no fueron deportadas, sin prever medidas humanitarias".
Organizaciones de defensa a migrantes y refugiados exigen al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador un cambio en la política. En su diálogo con En Órbita Lacruz sostuvo que hasta el momento las acciones están sometidas a lo que quiere EEUU.
Crisis sin fin en Libia
El Gobierno de Acuerdo Nacional (GAL) y sus socios internacionales realizan consultas tras la retirada del Ejército Nacional Libio (ENL) del pacto firmado en el año 2015, confirmó a Sputnik el canciller Mohamed Siyala.
Haftar lleva más de un año perpetrando una ofensiva contra la capital Trípoli, controlada por el GAL. El pasado 23 de abril, llamó a rechazar el acuerdo político negociado que permitió crear tal Ejecutivo.
El país africano continúa en crisis desde la caída de Muamar Gadafi en 2011, su líder durante décadas, lo cual derivó en enfrentamientos entre facciones rivales.
En Libia existe una dualidad de poderes: por un lado está el Gobierno interino junto con el Parlamento en Tobruk, que controla la parte oriental y es apoyado por el ENL. Por otro está el GAL, con sede en Trípoli, en el noroeste del país, y que cuenta con el aval de la Organización de las Naciones Unidas.
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