Afortunadamente las aves no consiguieron hacer daño a las mascotas de la mujer gracias al vidrio que ella había instalado en el balcón de su apartamento.
En las imágenes se ve cómo las aves intentan sin suerte irrumpir en el domicilio y cómo los canes no paran de ladrar.
Sin embargo, poco después los dos cóndores parecieron perder el interés a medida que interactuaban entre sí, lo que puede apreciarse en el vídeo original publicado en TikTok.
Probablemente lo que observó al final la residente de la capital chilena fueron los cortejos entre las dos aves, puesto que una de ellas era un macho y, la otra, una hembra.
Esta no es la primera vez que los residentes de las grandes ciudades avistan animales y aves salvajes en las calles desiertas. Cientos de monos ya invadieron la localidad tailandesa de Lopburi.