Cada vez más rusos se recuperan del COVID-19 y se convierten en donantes de plasma debido a que la sangre de estos pacientes contiene anticuerpos contra el coronavirus, un tratamiento alternativo que hasta el momento ha funcionado efectivamente en varios pacientes que han conseguido derrotar al virus.
No obstante el hecho de vencer al virus no garantiza que este desaparezca por completo del cuerpo humano. Según Prokopenko, los virus pueden permanecer en el cuerpo después de una enfermedad y consiguen convivir con el organismo sin ser peligrosos.
"Estos virus pueden tener varias formas de cohabitación con el cuerpo humano. Pueden convertirse en un virus que vive en el cuerpo y no traen enfermedades, como muchos otros virus que causan infecciones respiratorias virales", explicó.
Prokopenko pronosticó que al menos en seis meses o más se tendría mayor conocimiento sobre lo que sucede con el virus luego de vencerlo. Por ahora, los análisis de nasofaringe realizados a las personas recuperadas pueden mostrar que las personas están libres del virus pero esto no garantiza que el COVID-19 permanezca en los pulmones o en algunos otros órganos como sucede con otros virus.