El plenilunio, de por sí, es un fenómeno atractivo, rodeado de misterio y protagonista de historias y supersticiones de lo más variadas. Hoy este astro se presenta incluso más atractivo de lo habitual, en forma de superluna.
Por desgracia, el color que da nombre a esta primera luna llena de primavera no tiene nada que ver con el aspecto que tiene la propia Luna. Su etimología se debe a una flor de este llamativo color llamada phlox subulata y que crece en primavera en el este de Norteamérica.
La superluna es el fenómeno que se produce cuando coincide la fase de luna llena con el máximo acercamiento de esta a la Tierra (el perigeo). Esta combinación de factores hace que hoy podamos apreciar nuestro satélite más brillante y hasta un 30% más grande de lo que lo hacemos normalmente.