Los conflictos, que agravan una situación ya de por sí tensa, surgen tanto entre países como incluso entre los gobiernos centrales y sus propias regiones, informa el canal francés BFM TV.
"Tenemos que luchar por esos vuelos casi 24 horas, porque los norteamericanos llegaron al mercado chino, y para que esos aviones despeguen, hay que hacer un esfuerzo", relató.
Se informa que la tarifa de flete se ha triplicado desde que comenzó la crisis, ya que el sector de la aviación casi ha dejado de operar en varios continentes a la vez. Al mismo tiempo, cada vez es más difícil encontrar asientos libres en los compartimentos de carga.
Tales cargos, con el trasfondo de una situación en la que todos intentan proporcionar suficientes máscaras, aumentan la tensión en el mundo, señala el canal. La rivalidad entre los Estados está agravando la situación.
"Es un conflicto global en el que todos los medios parecen ser buenos, porque, en primer lugar, los individuos quieren ganar dinero con todo esto, y las plantas quieren volver a trabajar a expensas de ello, y en segundo lugar, en Occidente algunos países están tratando de conseguir máscaras a cualquier medio", opina Ulisse Gosset, columnista de BFM TV.
Por lo general, estas máscaras suecas se entregan a Europa a través de Marsella, luego se trasladan a Lyon para su almacenamiento temporal, donde la empresa tiene un centro logístico de distribución, y desde allí van a Italia y España, comentó Axel Gylden, periodista de L'Express.
La compañía sueca tuvo que luchar durante dos semanas para obtener el permiso para entregar las máscaras y por fin fue capaz de rescatar solo la mitad de la carga. La otra mitad fue confiscada por Francia, porque "las necesita también", concluye el medio.