Se prevé que los ministros de los países de la alianza participarán en la reunión y que se examinará también una nueva Declaración sobre Cooperación.
La víspera, Arabia Saudí había instado a otros productores de crudo a reunirse con carácter urgente.
Estas noticias hicieron cambiar la tendencia negativa de los precios del petróleo. Así, la marca Brent subió hasta 34 dólares por barril, y la WTI alcanzó 28 dólares, según los datos de este 4 de abril.
El economista y profesor de la Academia Presidencial Rusa de Economía Nacional y Administración Pública, Vladislav Guinkó, mencionó también otras razones de la subida de las cotizaciones del crudo en declaraciones a Sputnik.
"El Brent ha recuperado significativamente su declive en el contexto de que EEUU está aumentando sus compras de petróleo, y China está saliendo poco a poco de la crisis del coronavirus y también está empezando a comprar petróleo, por lo que hay más demanda", comentó el analista.
Dado que toda una serie de factores causan un crecimiento del precio del petróleo, "es difícil calcular cuánto deben reducir la producción los participantes del mercado", añadió Guinkó.
"Si hoy es necesario reducir el volumen de petróleo, en unos pocos meses será posible que todos los actores puedan producir todo el petróleo que quieran, porque la economía mundial irá ganando impulso", explicó el analista.
De acuerdo con las estimaciones del experto, las cotizaciones subirán hacia junio.
"Cualquier caída tiene una salida muy potente, que va acompañada de una mayor demanda de petróleo. En esa situación no habrá que pensar en reducir la producción, sino en cómo cubrir la demanda del mercado. Así que, el precio del petróleo puede subir mucho. Pronostico que es muy posible ver un precio de 60 dólares por barril antes del verano [boreal]", concluyó el economista.
Los precios del petróleo se desplomaron a principios de marzo después de que los países de la OPEP+ fracasaran en acordar un recorte de la producción. Rusia propuso mantener las condiciones existentes, mientras que Arabia Saudí insistió en unos mayores recortes de la producción. Como resultado, el acuerdo y las restricciones a la producción perdieron su vigencia el pasado 1 de abril.