El integrante del CAM Davia Lozano leyó este momento en el mismo sentido que Oscar Ugarteche, del Observatorio Económico Latinoamericano: el mundo entró en una recesión económica como producto del colapso de las economías basadas en la explotación de combustibles fósiles, gracias a la revolución tecnológica encabezada por China y a su entronización como nuevo centro de la economía mundial.
Lozano explicó en su entrevista para Sputnik que el cálculo recesivo es producto del análisis de tres aspectos centrales y globales, "que no solamente van a afectar a la economía mexicana".
1. La caída del precio del petróleo y el posterior intento de ajuste
Aunque había evidencias de divergencias entre la Organización de países exportadores de petróleo y sus frentes con Rusia y Estados Unidos, desde fines de 2019 ya anunciaba un año turbulento en relación al precio internacional del crudo, sostuvo Lozano.
Lozano explicó que este es un movimiento previo e independiente de las afectaciones económicas relacionadas al coronavirus que ha copado todos los titulares del mundo, ganando el espacio como la pandemia del siglo.
"La caída de los precios del petróleo puede determinar un ajuste de 1% en el pronóstico de crecimiento de PIB mexicano. Eso nos dejaría en una tasa de crecimiento cero, sin crecimiento alguno", sostuvo Lozano.
2. COVID-19
"Al menos una cuarta parte de la economía mundial se va a ver seriamente afectada por el COVID-19, no solo por la baja de la producción china, sino también por el manejo de los suministros a nivel internacional para atenderla", dijo la fuente a Sputnik.
Lozano señaló que en el caso particular de México, se puede prever una contracción en su economía de un 0,25% extra que dejaría al país por debajo del 0% de crecimiento en este año, una situación en extremo delicada para el Gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador.
3. Baja de la producción agrícola mundial
El tercer elemento que va a golpear a la economía mundial durante este año, según el análisis de los integrantes del Centro de análisis multidisciplinario de la UNAM es la escaséz de alimentos.
Frente a este escenario, distintos Gobiernos han recurrido a pedir préstamos al Fondo Monetario Internacional pero para Lozano, el problema surgirá cuando el prestamista diga que no y mantenga una estrecha cartera de crédito a nivel mundial.
"Sólo lo van a otorgar a casos particulares, para que determinados países no caigan muy por debajo de sus previsiones. México no está teniendo una clara respuesta de cómo va a enfrentar esto", dijo la fuente.
La depreciación de su moneda y sus fluctuaciones en México y Brasil son evidencia de este proceso, señaló el experto, para el que no se han visto aún respuestas certeras de los Gobiernos de los principales países afectados.