Se trata de autos parecidos a unos minibuses que llevan unos contenedores de 2.4 x 2.4 x 2.4 metros. Estos vehículos también contarán con frenos de discos instalados en sus cuatro ruedas. Para la navegación estos vehículos utilizarán una combinación de sensores y mapas HD para detectar y evitar obstáculos.
Además de los propios vehículos, Neolix proporciona a sus clientes una plataforma basada en una nube que orquestra la logística de los autos, monitorea su estado, maneja los avisos y lleva a cabo un análisis de sus desplazamientos. En el caso de que algo no vaya acorde a sus planes, un operador puede desactivar el modo automático de estos vehículos.
Hoy en día, la empresa cuenta con una fábrica de 136.000 metros cuadrados en la ciudad de Changzhóu, con una capacidad de producción de unos 10.000 vehículos al año.
Los principales usuarios de sus autos son las compañías especializadas en la distribución de comida y las de seguridad. Según Neolix, la empresa ya ha vendido unos 225 vehículos a gigantes como Huawei, Alibaba, Meituan-Dianping y JD durante los pasados dos años. En 2020, planea venderles hasta 1.000 autos.
Desde la compañía comunicaron que utilizarán todos los ingresos acumulados para incrementar la producción de los vehículos autónomos, que, según Neolix, serán capaces de reducir las emisiones de carbono. Además, apoyarán la eficacia de la logística de transporte, informa el portal Venture Beat.
China: la mina de oro para el mercado de vehículos autónomos
Neolix no es la única empresa que intenta irrumpir en el mercado chino. Así, se prevé que para el 2030 el mercado de vehículos autónomos llegue a tener un valor de más de 500.000 millones de dólares en esta región, según un informe de McKinsey. Para ese momento se pronostica que circularán por las calles unos 8 millones de vehículos autónomos.
Por esto, no es de sorprender que solo en la capital china de Pekín haya 13 compañías que trabajan en este sector y sus autos cubrieron una distancia de más de un millón de kilómetros en 2019. Ello supone un considerable aumento en comparación con los 153.600 kilómetros que cubrieron un año antes las ocho compañías que existían en aquel momento.