Se espera que el monto total de la ayuda financiera pueda ascender a 1,2 billones de dólares. El plan todavía debe ser aprobado por el Congreso. Este estímulo, según las autoridades estadounidenses, ayudará a desagraviar las cuentas bancarias de los ciudadanos después de que en el país aumentasen los despidos y el cierre de tiendas. Además, se cree que la medida ayudará a impulsar la recuperación económica.
"Encontrar un paquete capaz de prevenir la recesión será difícil para nosotros dado el tamaño del shock al que la economía de EEUU se está enfrentando", advirtió el economista estadounidense Matthew Luzzetti de Deutsche Bank.
Hasta la fecha al menos media docena de empresas analíticas, incluida Oxford Economics, han pronosticado que la contracción económica en EEUU alcance un 10% en el segundo trimestre del 2020 y sea la más profunda en la historia. Otros economistas advierten de que la recesión empezó después de que las ventas minoristas cayesen en febrero y las empresas pasasen a despedir a su personal, escribe la agencia Bloomberg.
"No creo que 1.000 dólares sean suficiente. Es probable que necesitemos una o dos veces más esa cantidad durante la recesión", destacó.
De acuerdo con Bivens, las contracciones en el producto interior bruto de EEUU son inevitables a raíz de la necesidad de controlar la expansión de la epidemia mediante el distanciamiento social y el cierre temporal de los lugares públicos. Aparte de eso, obtener este dinero no garantiza que los estadounidenses vayan a gastarlo inmediatamente.