Un reciente estudio de la Universidad de Colorado Mesa reveló que los felinos salvajes comieron cadáveres en estado de semidescomposición, expuestos en el desierto para un experimento médico. Sin embargo, también hay casos en que los gatos domésticos mutilaron los cuerpos de sus propios dueños.
El portal Vice se puso en contacto con la experta en comportamiento felino Mikel Delgado, de la Universidad de California en David, para que explicara si también estamos en riesgo de ser devorados.
"Es muy probable que su gato lo coma si suponemos que su cuerpo está allí por un largo período de tiempo", declaró Delgado.
La investigadora examinó decenas de publicaciones dedicadas a los casos de necrofagia en gatos, y en su mayoría, eran reportes policiales. Al mismo tiempo, señaló que no se trata de un "comportamiento frecuente, aunque es posible que suceda".
De hecho, los gatos no solo son depredadores, sino también carroñeros. De esta manera, si no tienen presas para cazar, también pueden alimentarse de animales "matados por alguien más"; no obstante, los gatos lo hacen con mucha menos frecuencia que los "hurones y perros", que son en su mayoría carroñeros, admitió Delgado.
"En realidad, hay más documentación sobre perros que han comido a sus dueños que sobre gatos", declaró la investigadora, quien agregó que "en uno de los casos, hubo un perro que tenía comida en el estómago, y aún así mutiló a su dueño difunto."
Sin embargo, la experta está convencida de que en algunos casos, podría ser nada más que un intento del pobre animal de llamar la atención de su dueño. Además, estos escalofriantes incidentes solo suelen suceder como consecuencia de una combinación de circunstancias: una persona que vive aislada y puede morir repentinamente y una mascota que se mueve libremente por su casa.