La propia joven reveló que decidió hacerse el arriesgado tatuaje para parecerse más a su ídolo musical, el rapero Popek. Sin embargo, al someterse al procedimiento, sintió un fuerte dolor en los ojos, aunque el tatuador la convenció de que era normal y le aconsejó tomar analgésicos.
No obstante, el dolor y el sufrimiento nunca acabaron. En realidad, el tatuador usó una tinta que solo se utiliza para tatuajes en la piel, por lo que pronto penetró en el tejido ocular de la joven, causando la ceguera. Los médicos que examinaron a Sadowska afirman que nunca podrá recuperar la visión.
En cuanto al artista del tatuaje —que se declara inocente—podría enfrentar hasta tres años de cárcel. "Hay una clara evidencia de que no sabía cómo realizar un procedimiento tan delicado. Sin embargo, decidió realizarlo, lo que llevó a esta tragedia", declararon los abogados de Sadowska, citados por los medios locales.
Pese a las dificultades a las que se enfrenta, la modelo no pierde el optimismo y está convencida de que "no es el final de la vida" y que no debe rendirse.