Gracias a su capacidad de carga, los 10 helicópteros de producción soviética se utilizaron para trasladar los cazas MiG-17 y MiG-21 a diferentes localidades bien camufladas. Desde allí, los aviones de combate podían atacar inesperadamente a los cazas estadounidenses F-105 Thunderchief y a los F-4 Phantom II. Su táctica les permitía infligir serios daños a los agresores estadounidenses que violaban el espacio aéreo de Vietnam.
En aquella época los Mi-6 eran únicos, dado que gozaban de la mayor capacidad de carga en el mundo. Con un peso de hasta 44 toneladas, estas aeronaves podían transportar dentro de su fuselaje hasta 12.000 kilos de carga, u 8.000 amarrados en el exterior. Además, 70 militares completamente equipados y hasta cuatro decenas de camillas podían caber dentro de un modelo de desembarque del Mi-6, sin contar a las cinco personas de la tripulación.
Aparte de sus increíbles características técnicas, esta aeronave estaba armada con una ametralladora de 12,7 mm que contaba con 200 cartuchos. El helicóptero demostró su eficacia en el campo de batalla y, por ello, se utilizó no solo en Vietnam, sino también en las operaciones realizadas en Camboya en la década de 1980.
Tras haber dado todo lo que podían dar de sí, estas aeronaves fueron retiradas del servicio. Actualmente se conservan algunas en museos. Pero su historia no acabó allí, puesto que el Mi-6 sirvió de base para el helicóptero más grande y pesado de la actualidad, el Mi-26T2V, que ostenta unas características incluso más impresionantes y cuenta con los últimos avances tecnológicos. De hecho, estos nuevos helicópteros se usan para transportar aviones de pasajeros.