En su discurso, después de recibir un premio en la Academia Americana de Berlín, Merkel expresó que el éxito económico de China plantea desafíos. Sin embargo, puso de relieve que es necesario también "practicar el multilateralismo de modo que las reglas se apliquen a todos".
"Pero suplico que no caigamos en una nueva bipolaridad, sino que intentemos, con los resultados y las experiencias que tenemos, incluir a un país como China en el multilateralismo y tratarlo al menos por igual", agregó la canciller.
Para Wang Yiwei, experto de la Universidad Renmin de China, el hecho de que la jefa de la diplomacia alemana apunte a China como un socio igualitario de Occidente muestra que es una política responsable, capaz de sacar las conclusiones correctas de las lecciones de la historia.
El experto coincidió en que el ascenso de China realmente creó nuevos desafíos, pero resolver los problemas a través de las negociaciones multilaterales, y no a través de la confrontación, "es altamente consistente con la posición de China".
Para el politólogo ruso Vladislav Belov, Merkel quiso poner de relieve que China es un actor global como cualquier otro y esto es algo que debe tenerse en cuenta en primer lugar en las relaciones con el país, pese a cualquier problema.
"Merkel criticó indirectamente a Estados Unidos, que está tratando de presionar a China. Sus palabras son un verdadero mensaje a Estados Unidos de que China debe tratarse como un igual y no asumir que tiene menos peso o tiene importancia secundaria", subrayó Belov.
"Por lo tanto, aquellos que están en su sano juicio, no deben subestimar el poder político-militar y socioeconómico de China. Para 2050, China será una potencia mundial líder, al menos en términos económicos. Merkel mostró su inteligencia y su competencia al elegir el lugar y la hora para tal declaración", apuntó Belov.