Un año después de la catástrofe del ducto de Tlahuelilpan

La explosión del ducto de combustible Tuxpan-Tula ocurrió en la ciudad mexicana de Tlahuelilpan (estado de Hidalgo) hace exactamente un año.

Las autoridades de México acusaron a los 'huachicoleros' —como son conocidos los ladrones de combustible en el país— de haber perforado ilegalmente la tubería, lo que resultó en una explosión y un incendio.

La explosión causó un elevado número de víctimas debido a que una multitud de personas se encontraban en el local para obtener combustible de forma ilegal.

Imágenes registradas el día anterior a la tragedia, compartidas en las redes, mostraban a numerosos residentes locales con cubos, bidones y botellas de agua cerca de una gran fuente de combustible proveniente de una ruptura en el ducto de Tlahuelilpan.

De acuerdo con los locales, la escasez de gasolina en la región ha sido una de las razones que llevó a muchos a arriesgar su vida para obtener combustible de manera ilegal.

Fueron necesarias cerca de cuatro horas para apagar completamente el fuego.

El incendio de grandes proporciones imposibilitó el reconocimiento de muchos de los cuerpos, por lo que se hizo necesario identificar a muchas de las víctimas a través de exámenes de ADN.

Los primeros reportes oficiales informaban de 73 víctimas fatales, pero la cifra se incrementó con el paso de los días debido a que muchas personas terminaron falleciendo tras ser hospitalizadas.

De acuerdo con el Gobierno mexicano, la implementación de un operativo de 8.600 militares contra el robo de combustible en la red de ductos de Pemex permitió reducir en un 91% ese delito en solamente un año.

La extracción ilegal de hidrocarburos se redujo de 20,4 millones en 2018 a 1,4 millones de barriles durante 2019, detalló un informe oficial de Pemex.