Al entrar en la pista de patinaje del campeonato canadiense, la experimentada pareja de atletas jamás podría imaginarse el imprevisto que casi arruinó su desempeño. Un giro mal calculado de Gilles hizo que el cabello de la parte superior de su cabeza se enganchara en un botón de la ropa de Poirier.
En las imágenes, es posible ver el exacto momento del pequeño accidente y la subsiguiente expresión de dolor en el rostro de Gilles. Afortunadamente, Poirier reaccionó rápidamente y resolvió el problema antes de que afectara significativamente la actuación de la pareja.