Rebelde Way cuenta la historia de cuatro adolescentes que estudian en el Elite Way School —un exclusivo colegio secundario en Argentina— y las relaciones que se forjan entre ellos, sus profesores y familias.
La serie fue tan exitosa que la banda conformada por sus personajes —Mia Colucci, Marizza Spirito, Manuel Aguirre y Pablo Bustamante— salió de gira por todo el continente y México compró los derechos para hacer una remake llamada RBD.
Pero había pasado al olvido hasta que hace pocas semanas llegó a Netflix y le llovieron las críticas a su directora, Cris Morena. Sin embargo, algunos piensan que no es justo juzgar con ojos de hoy a una novela que responde a su época.
"Lo que me pasó al verla de nuevo es que me topé con un contenido gordofóbico, misógino, con odio de clase, que ni había registrado en ese momento. También me llamaron la atención las concepciones de amor. Se remiten mucho al concepto de 'los que se pelean se aman' en los vínculos de los protagonistas y a la violencia machista", dijo Erika Eliana Cabezas, periodista de Radio Gráfica en Argentina.
La gordofobia, es decir, la discriminación a las personas con sobrepeso —especialmente mujeres— está presente en el bullying que recibe la adolescente Felicitas, por tener apenas unos kilos más que el resto —que se destacan por su extrema flacura—.
Otro tema visible es el de las relaciones tóxicas, que comienzan con situaciones de extrema violencia, por parte de los chicos hacia las chicas, y terminan en vínculos de amor. Por ejemplo, el momento en el que Manuel agarra a Mia del cuello en un acantilado y amenaza con matarla, o la instancia en la que Pablo empuja a Marizza al agua para intentar ahogarla. Ambos acaban siendo las parejas centrales de la novela.
"Por último tenemos el odio de clase. A lo largo de la serie se hace mucho hincapié en diferenciar a los becarios de los que pueden pagar el colegio. De hecho existía una 'logia' que le hacía la vida imposible a los primeros, si se hacían notar", concluyó la periodista.