Guillermo Fouce, doctor en psicología y presidente de la Fundación Psicología sin Fronteras en España, define a las resoluciones de Año Nuevo como "una tradición". Que den resultado o no depende de cómo se planteen.
"Los propósitos deben ser asumibles, concretos y cercanos para poder poner en marcha un plan para desarrollarlos. Sin embargo, si son grandes sueños muy lejanos de nuestra propia realidad —como ser millonario o dejar de trabajar— son contraproducentes porque serán irrealizables", explicó Fouce.
Propósitos de Año Nuevo: cómo cumplirlos sin frustrarse en el intento
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Por eso propone establecer pequeños objetivos, en base a la situación de partida en la que cada uno se encuentre y a dónde quiere llegar, para irlos cumpliendo poco a poco. Lo fundamental es diseñar un plan que lleve a ese propósito.
"Con cierta frecuencia nos autoengañamos y decimos 'ya haré deporte mañana' o 'ya dejaré de fumar' o 'ya me pondré a dieta'. Y cuando llega mañana decimos pasado. Entonces si realmente queremos cumplir una meta, tenemos que saber que nos va a costar esfuerzo y constancia", agregó el psicólogo español.
La mayoría de las personas suele plantearse propósitos relacionados con su salud, como empezar a hacer deporte o dieta. Otros comunes son viajar, ver más seguido a los afectos y nuevas metas laborales o de estudios. Para cumplirlos es importante que no sean impuestos por los demás sino que se elijan por motivación propia.
"Nos dejamos influir mucho por el entorno, tanto por la publicidad como por la gente que nos rodea, y eso a veces hace que nos fijemos cosas que realmente no queremos. Si ese objetivo no lo decidimos nosotros sino que viene de afuera, probablemente vamos a abandonarlo inmediatamente", concluyó Fouce.