El gran número de asistentes del festival de metal celebrado el 30 de noviembre en Ciudad de México hizo que la barrera de seguridad construida para separar al público del escenario principal colapsara, permitiendo que cualquier persona accediera a la zona VIP y, posteriormente, al propio escenario. Se instaló el caos.
Mientras la organización intentaba resolver el problema del fallo de seguridad, se retrasó algunas horas el concierto de Evanescence y, consecuentemente, el de Slipknot que lo seguiría. Los iracundos asistentes empezaron a subirse al escenario para destruirlo. En uno de los vídeos compartidos en las redes, se puede ver la batería de Evanescence en llamas.
Las presentaciones de Evanescence y Slipknot, obviamente, se cancelaron. Ambas bandas se manifestaron sobre lo ocurrido en las redes sociales.
"Estamos desconsolados, no pudimos tocar para ustedes esta noche, Ciudad de México. ¡Su seguridad, su vida es más importante que cualquier espectáculo! Los amamos y volveremos pronto, eso es una promesa", escribió Evanescence en Instagram, al publicar un vídeo lamentando el suceso.
Slipknot tuiteó un mensaje similar y puso de relieve que jamás se lo perdonarían si algo les pasara a sus fans debido a un fallo de seguridad. El grupo también prometió presentarse en México "tan pronto cuanto sea posible".