Aquel día, el deportista estaba entrenando en el gimnasio y apiló un gran número de pesas en una máquina para trabajar piernas. Fue entonces cuando el hombre escuchó un golpe sordo.
"[La máquina] empezó a desplomarse y las pesas cayeron sobre mi pene. Estaba a punto de desangrarme. Estaba mal. Peor que nunca. Sin embargo, no pedí ayuda. Levanté las pesas, conduje al hospital y me suturaron el pene. Pronto volví a entrenar", declaró Hall al periódico británico The Sun.
En 2017, Hall fue reconocido como el hombre más fuerte del mundo después de que lograra imponerse en la competición al islandés Hafbor Bjornsson y al excampeón estadounidense Brian Shaw. Hasta ahora, Hall sigue siendo el único deportista en haber logrado levantar la barra de 500 kilogramos en el ejercicio llamado peso muerto.