Estas dos lunas —de unos 100 km de diámetro— han recibido el nombre de socios. Aunque orbitan a solo 1.850 km de distancia, nunca se acercan lo suficiente para tocarse entre sí.
La órbita de Náyade está inclinada de tal manera que pasa a una distancia de aproximadamente 3.500 km de Talasa. Durante la danza de la evasión, Náyade rodea a Neptuno cada siete horas, mientras que Talasa tarda siete horas y media en dar una vuelta entera.
Según los investigadores, si se viese desde arriba, parecería que la órbita traza un zigzag. Desde Talasa, a observaría a Náyade pasar por encima y por debajo en un patrón que se repetiría cada cuatro bucles.
"Hay muchos tipos diferentes de 'danzas' que planetas, lunas y asteroides pueden seguir, pero esta nunca se ha visto antes", destaca Marina Brozovic, experta en dinámica de sistemas solares del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y autora principal del nuevo artículo.
Estas lunas son dos de los 14 satélites confirmados de Neptuno, y dos de las siete llamadas lunas interiores. Neso, la más lejana de todas, orbita en un lazo elíptico a casi 74 millones de kilómetros del planeta. Este viaje tarda 27 años en completarse.