La muestra, recolectada en un depósito ubicado al borde del cráter lunar Lara, fue abierta en el Laboratorio de Conservación Lunar del Centro Espacial Johnson como parte del proyecto Análisis de Muestras de Próxima Generación (ANGSA).
Los investigadores de la agencia espacial estadounidense analizaron un total de 430 gramos de material lunar recolectado por Gene Cernan y Harrison Schmitt.
"Hoy podemos hacer mediciones que simplemente no eran posibles durante los años del programa Apolo", explicó la investigadora del programa ANGSA, Sarah Noble.
"El análisis de estas muestras maximizará el rendimiento científico del Apolo y permitirá que una nueva generación de científicos perfeccione sus técnicas para ayudar a preparar a los futuros exploradores para las misiones previstas para la década de 2020 y más allá", agregó.
"Nuestras tecnologías científicas han mejorado enormemente en los últimos 50 años y los científicos tienen la oportunidad de analizar estas muestras de una forma que era imposible de alcanzar hace años", confirmó el conservador de astromateriales de la NASA, Francis McCubbin.
La prueba, bautizada como 73002, es una de las dos muestras rocosas que los astronautas trajeron consigo de vuelta a la Tierra. Los investigadores de la NASA también tienen previsto examinar la segunda muestra del Apolo 17, la 73001.
Las misiones del programa Apolo, realizadas entre los años 1969 y 1972, recolectaron un total de 342 kilogramos de suelo lunar y regolito.