Niños y adolescentes de estas localidades chilenas en la región de Valparaíso debieron abandonar la escuela e incluso mudarse de ciudad debido a que la contaminación les estaba afectando la salud. ¿Son las emisiones de carbono el problema?
"Las afectaciones dependen de las sustancias que se liberen. Si es solo dióxido de carbono, en las concentraciones habituales, no perjudica a la salud pero si al medio ambiente. Pero en Quintero y Puchuncaví, a las que llamamos 'zonas de sacrificio', se liberan compuestos tóxicos que si producen efectos muy graves", dijo Tchernitchin, presidente del departamento de medio ambiente del Colegio Médico de Chile.
Algunos de estos son el metilcloroformo (sustancia química compuesta de carbono, hidrógeno y cloro) y el nitrobenceno (mezcla de benceno con ácido nítrico y sulfúrico). El primero está prohibido en el mundo, pero se utiliza en forma "clandestina" en Chile.
"El nitrobenceno también es tóxico, afecta el sistema nervioso central, produce síntomas neurológicos y daños al aparato digestivo: diarrea y vómitos. Pero lo más grave es que la exposición prenatal o infantil temprana a este compuesto puede dejar secuelas irreversibles que no se notan en forma inmediata", añadió el entrevistado.
Por esta razón, desde el Colegio Médico presentaron un informe a la Corte de Apelaciones de Valparaíso y solicitaron la evacuación de niños y mujeres embarazadas; algo que no sucedió. Otros contaminantes presentes en Quintero y Puchuncaví son el dióxido de azufre y el arsénico, este último cancerígeno.
"Cada uno de estos compuestos deja sus propios efectos sobre la salud. Lo que se tiene que hacer en Chile, y en todo el mundo, es reemplazar los combustibles o fuentes de energía con carbono por fuentes eólicas o fotovoltaicas que no son tóxicas y hasta pueden ser más económicas", concluyó.