Los científicos seleccionaron aleatoriamente cinco vídeos de YouTube de diferentes categorías: abstracción, cascadas, rostros humanos y velocidad. Les enseñaban los vídeos a las personas, y al mismo tiempo, se realizaba una electroencefalografía.
Se logró demostrar que la frecuencia de las ondas del electroencefalograma para diferentes categorías de vídeos es diferente. Esto hizo posible analizar la respuesta del cerebro a los vídeos en tiempo real.
Luego, se seleccionaron al azar tres categorías de los vídeos mencionados y dos redes neuronales, desarrolladas por científicos, reprodujeron imágenes que estaban viendo los participantes de la prueba. Las redes neuronales crearon unas imágenes realistas y en el 90% de los casos resultó posible determinar la categoría del vídeo.
Los investigadores señalan que su experimento ayudará a crear un nuevo tipo de dispositivo de rehabilitación después de un ataque cerebrovascular.