Según el politólogo Serguéi Jenkin, profesor del Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú, "hay tres formas de la ulterior convivencia entre Barcelona y Madrid":
Los expertos coincidieron en que el desafío catalán es, en gran medida, fruto de la insuficiente competencia de quienes gobiernan España. "En mi opinión, podemos constatar que la clase política española está perdiendo su profesionalismo", manifestó la doctora en Ciencias Políticas Irina Projorenko, profesora de la facultad de Política Internacional de la Universidad Estatal Lomonósov de Moscú.
"Están perdiendo sus habilidades y capacidades para una gobernanza eficaz. No quiero ofender a nadie, pero está clarísima la responsabilidad de la clase política de la situación actual", señaló.
Agregó que la clase política de España "carece de personalidades brillantes y de grandes ideas". En este contexto, no descartó que se cometan errores que puedan agravar la ya de por sí mala situación del país.
"Hay una cuestión que me parece muy importante. Los sondeos muestran que españoles en todo el país no estarían en contra de la convocatoria de un referéndum nacional sobre Cataluña. En mi opinión, es algo que no se debe hacer. Y es que no se sabe cómo votarán. Incluso no descarto que la mayoría atienda los argumentos separatistas y les den su apoyo. Lamentablemente, es posible", enfatizó.
La doctora Tatiana Kóval, profesora de la facultad de Política y Economía Internacionales de la Escuela Superior de Economía de Moscú, también hizo recomendaciones para que España mantenga su integridad territorial.
A su vez, Georgui Filátov, investigador del Centro de Estudios Hispano-Portugueses del Instituto de Historia Universal de la Academia de Ciencias de Rusia, hizo hincapié en los ingredientes del caldo de cultivo catalán. Entre los factores clave mencionó la labor de los líderes separatistas destinada a instigar a la gente en función de sus intereses.
Los criterios expresados por los protagonistas de la mesa redonda representaron, asimismo, la mejor prueba de la falsedad de todas las acusaciones que apuntaban a que Rusia tiene sus manos metidas en la crisis catalana a fin de provocar una ruptura de España. Los expertos no dudaban en calificar como "separatistas" a quienes buscan la independencia de Cataluña y se mostraban visiblemente preocupados por el futuro de España.