Matthieu Crozet de la Universidad de Lingnan en Hong Kong y Julian Hinz del Instituto Kiel para la Economía Mundial han presentado un estudio titulado Friendly Fire: The Trade Impact of the Russia Sanctions and Counter-Sanctions (Fuego amigo: el impacto comercial de las sanciones y las contramedidas rusas).
Según los investigadores, los países que impusieron las sanciones, sufren un 45% de las pérdidas, mientras que Rusia solo un 55%.
"En general, el precio de toda la cesta de la compra rusa subió un 0,2% debido a las prohibiciones de importación".
Uno de los Estados particularmente afectado por las sanciones es Alemania con un 38% de las pérdidas (667 millones de dólares al mes), señalan los expertos.
Además, los investigadores observan que las empresas francesas, cuyas exportaciones a Rusia disminuyeron, solo lograron compensar "una pequeña parte de las pérdidas" exportando a otros países.
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la situación en Ucrania y la reincorporación de Crimea a Rusia tras el referéndum celebrado en marzo de 2014, en el que más del 96% de los votantes avaló esta opción.
Ese mismo año, Estados Unidos, la Unión Europea y otros países aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia.
Moscú, que respondió a las sanciones con un embargo alimentario, ha subrayado en reiteradas ocasiones que no es parte del conflicto en Ucrania.