El proceso involucra la tecnología de mezclado a través de resonancia acústica (RAM), originalmente desarrollada por Resodyn.
Para la prueba, los expertos de BAE Systems crearon una mezcla explosiva con polímeros utilizando el método RAM. La masa de los explosivos alcanzó los 400 gramos. La sustancia se colocó en un recipiente similar a una lata, se conectó a un detonador eléctrico, y se inició la detonación de la sustancia.
De esta manera se logró un aumento del 20% de la potencia explosiva en comparación con mezclas explosivas equivalentes producidas por medios convencionales.
Los especialistas de BAE Systems apuntaron que el uso de los campos acústicos de RAM permitió además el uso de líquidos más viscosos para la mezcla y eliminó la necesidad de las sustancias tradicionalmente utilizadas para facilitar el movimiento de las palas.