En ningún ámbito del negocio desarrollado por Huawei el dolor causado por EEUU ha sido tan fuerte como en la producción de smartphones. El gigante chino corría riesgo de perder a tres suministradores críticos: Google, Android y el diseñador británico de chips Arm. Pero ahora parece que esta última seguirá cooperandocon Huawei, escribe el periodista Zak Doffman en su artículo para la revista Forbes.
Sin embargo, una investigación interna reveló que Arm estaría exenta de la prohibición de EEUU, informaron varios medios británicos. Un portavoz confirmó que la compañía puede suministrar a Huawei su arquitectura Armc8-A, ya que ni esta ni otra contienen piezas de origen estadounidense.
Los ejecutivos de ambas empresas se reunieron el 25 de septiembre en Shenzhen para reafirmar su cooperación bilateral, comunicó la revista EE Times.
A pesar de todas las trabas de EEUU, el CEO de Huawei, Ren Zhengfei, confirmó que ahora los aparatos 5G de la empresa china pueden producirse sin tecnología procedente de EEUU.
A su vez, el vicepresidente, Guo Ping, se quejó de que, desde mayo, la superpotencia internacional hubiera utilizado cualquier herramienta a su alcance para presionar a Huawei. Sin embargo, según Ping, siguen estando seguros de que serán capaces no solo de sobrevivir, sino de seguir creciendo pese a los ataques de Washington.
Arm no es la única empresa que seguirá cooperando con ellos. La compañía estadounidense Qualcomm confirmó que restauraría varios suministros para Huawei, aunque destacó que había recibido autorización para ello del Departamento de Comercio de EEUU.
"Ahora vamos a ver si hay respuesta a las noticias de Arm y si los miles de millones de Huawei atraen a otros proveedores que han tratado de actuar con cautela respecto a Huawei y podrán hacer declaraciones similares de confianza", concluye Doffman.
La empresa china lidera hoy en día el desarrollo de las redes inalámbricas 5G. En mayo del 2019 Huawei apareció en la lista negra y se prohibió a las compañías tecnológicas de EEUU hacer negocios con ellos. El Gobierno estadounidense acusa a Huawei de presunto espionaje a sus clientes y trata de convencer a los países europeos de que dejen de adquirir los equipos de la compañía china. A su vez, los directivos de Huawei han rechazado en repetidas ocasiones estas acusaciones de Washington.