Entre otras modificaciones, en los últimos meses aumentaron las penas a defraudadores fiscales a quienes se equiparó con el crimen organizado y se eliminó la condonación de impuestos a grandes empresas. Otras propuestas como el impuesto a las plataformas digitales como Uber, o Amazon, o el impuesto a las ventas por catálogo aún están en discusión.
"Esta propuesta de reforma fiscal surge de la presentación del paquete económico para el 2020. Al hacer el balance entre ingresos y gastos, se nota que el país tiene dificultades para hacer frente a las necesidades. Por esto hay que hacer una revisión de todos los impuestos que ya existen", explicó a Sputnik Irasema Andrés.
La también asesora financiera ejemplificó que impuestos como el "predial", que grava los inmuebles, o el de "tenencia" que grava los vehículos, están siendo revisados. El motivo de ello es la constatación de que su recaudación es menor a la esperada, "no porque el cálculo esté mal hecho sino porque en el país, desgraciadamente hay deducciones, condonaciones, y evasión fiscal".
Según informó en la Cámara Alta la senadora Marybel Villegas Canché, integrante de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, entre 2014 y junio de 2019 se identificaron cerca de 9.000 empresas que facturaban operaciones simuladas.
A esto se suma la alta informalidad laboral, que en abril de 2019 afectó a 28,1% del total de los ocupados en el país, dato revelado por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística.
"Este sector crece cada vez más y al no aportar nada de impuestos no ayuda a la seguridad social del país. Más si representa un problema porque finalmente los trabajadores se van a enfermar y el gobierno va a tener que cubrir esa necesidad de la sociedad", agregó Andrés.
"Lo urgente de la reforma fiscal es revisar la metodología y que se cumplan los impuestos que ya están establecidos, no es necesario que se aumenten", finalizó.