Así lo cree el analista político Sergio Rodríguez Gelfenstein, al evaluar una serie de episodios recientes que involucran o impactan en la presión internacional promovida por Washington contra el Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
"Es una nueva reunión del Grupo de Lima, hoy en un escenario distinto que se llama TIAR y en una organización mucho más desprestigiada que la propia OEA. Algo que desde 1982 ya nadie recuerda y tiene muy poca incidencia", dijo Rodríguez Gelfenstein.
Esta resolución es un coletazo de la estrategia que Bolton había marcado para Venezuela, y que siguió su curso a pesar de que Donald Trump lo destituyó esta semana como su asesor de Seguridad Nacional.
"Esto es un apéndice más de la política que se venía aplicando, pero no no tiene ninguna posibilidad de ser implementada", afirmó el analista.
"No imagino un ejército de soldados chilenos, argentinos, peruanos y ecuatorianos atacando Venezuela, no creo que el Congreso de esos países lo aprueben", planteó Rodríguez Gelfenstein.
En este sentido, marcó situaciones coyunturales de varios países —además de la salida de Bolton en EEUU— que pueden cambiar el equilibrio sobre los caminos para solucionar la crisis en el país caribeño. Por ejemplo, en la votación sobre el TIAR, Perú, país fundador que dio nombre al Grupo de Lima, se negó a activar el mecanismo y se abstuvo.
El analista se refirió a la realidad argentina. "Muy probablemente a partir de diciembre Argentina cambie su posición con respecto a la política sobre Venezuela (...) Lo anunció el candidato Fernández (del Frente de Todos, Alberto), que si gana las elecciones también se plegará a la política de búsqueda a una salida negociada, que Bolton torpedeada por todas partes", señaló el experto.
"Estamos ante un detrimento del cerco sobre Venezuela. No quiero decir que la situación haya mejorado, pero sí se comienzan a abrir espacios en el sentido de la búsqueda de una solución negociada y las posiciones radicales que encarna el Grupo de Lima comienzan a exponer grietas", añadió el entrevistado.
El TIAR fue firmado el 2 de setiembre de 1947 en Río de Janeiro durante la Conferencia Interamericana para el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad del Continente.
En 1982 cuando Argentina pretendió activarlo en el marco de la guerra contra Reino Unido por la soberanía de Malvinas, no le fue posible.
Rodríguez Gelfenstein dijo sobre una de las razones para invocar el TIAR cuando no hay una agresión extranjera contra ningún país, que "el argumento es que la presencia militar de Rusia en Venezuela es la acción intervencionista de una potencia extracontinental frente a la que el sistema interamericano debe defenderse".