El hongo es capaz de parasitar y controlar a sus víctimas mediante un mecanismo que los científicos todavía no logran entender. Lo que a primera vista son las antenas del animal son en realidad bolsas de esporas que finalmente acaban explotando y, con un poco de suerte, infectando a otro ser vivo.
"Al principio me preguntaba qué podría ser esa cosa extraña, y entonces me acerqué y me impresionó mucho la perfecta simetría del hongo", explica Deschandol a la BBC.
El insecto fotografiado por Deschandol es un escarabajo gorgojo. Para controlarlo, primero lo infectó y lo controló para obligarlo a trepar por la rama. Cuando el gorgojo alcanzó una determinada altura, el hongo bloqueó a su víctima y murió. Momento en el que comenzó a alimentarse del interior del escarabajo y a crecerle las antenas.
La fotografía es una de las del concurso a Mejor Fotógrafo de Vida Silvestre cuyos galardonados serán anunciados el 15 de octubre en el Museo de Historia Natural de Londres.