"Por fin, después de 19 días cautivos en la cubierta de un barco, todas las personas a bordo pisarán tierra firme", declaró la ONG española Open Arms en un comunicado oficial.
Un total de 83 migrantes se encontraba a bordo del barco cuando el fiscal Luigi Patronaggio firmó la orden de desembarco inmediato de los refugiados después de visitar el buque y comprobar que la situación era "explosiva y de máxima urgencia".
Más de un centenar de inmigrantes africanos, rescatados en varias operaciones desde principios de agosto, se hallaba a bordo del buque humanitario. Sin embargo, ninguno de los puertos concedió a la nave española autorización para el atraque.