Se espera que pueda descubrir problemas neurológicos como la enfermedad de Parkinson o la de Alzheimer, la adicción y la depresión.
"El dispositivo neural inalámbrico permite una neuromodulación química y óptica crónica que nunca antes se había logrado", dijo el autor principal Raza Qazi, investigador del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea (KAIST) y la Universidad de Colorado en Boulder.
Anteriormente, la tecnología de neurociencia más avanzada requería tubos metálicos voluminosos y fibras ópticas que causaban lesiones cerebrales. Asimismo las soluciones anteriores estaban limitadas por su incapacidad para suministrar fármacos durante largos períodos de tiempo, así como por sus voluminosas y complejas configuraciones de control. Los cartuchos reemplazables permiten estudiar los mismos circuitos cerebrales durante meses.
"Estamos ansiosos por usar el dispositivo para estudios farmacológicos complejos, que podrían ayudarnos a desarrollar nuevas terapias para el dolor, la adicción y los trastornos emocionales", afirmó Michael Bruchas, profesor de la Universidad de Washington.
El dispositivo es el resultado de la colaboración global entre ingenieros y neurocientíficos surcoreanos y estadounidenses durante un período de tres años consecutivos.
"Este revolucionario dispositivo es el fruto de un diseño electrónico avanzado y de una potente ingeniería de micro y nanoescala", dijo Jae-Woong Jeong, profesor de ingeniería eléctrica en KAIST.
"Estamos interesados en seguir desarrollando esta tecnología para crear un implante cerebral destinado a aplicaciones clínicas", agregó.