"Estaríamos en la Luna si no fuera por el riesgo político. A decir verdad, estaríamos en Marte, si no fuera por el riesgo político", comentó Bridenstine en declaraciones al canal CBS.
Bridenstine recordó que en los años 90 y principios de la década de 2000, la NASA intentó regresar a la Luna y aterrizar en el planeta rojo, pero ambos programas requirieron una preparación demasiado larga y unos serios costos.
La Administración Trump anunció en marzo la aceleración del programa lunar y el envío de un astronauta a la superficie de la Luna en los próximos cinco años, cuatro años menos de lo previsto.