Al aterrizar, los narcos son protegidos por los propios pobladores que no permiten que el Ejército ni la Policía realice su trabajo, según constató por su parte, el portavoz de la Policía nacional civil, Jorge Aguilar.
"Hay personas de los lugares que manifiestan inconformidad, seguramente porque tienen contubernio con el narcotráfico y de alguna manera protegen a este tipo de personas que se dedican al narcotráfico. De ahí que traten de entorpecer la labor policial", indicó Aguilar.
En lo que va del año 22 aeronaves fueron abandonadas en fincas de diferentes zonas del país y aunque es muy difícil que el gobierno reconozca el territorio como narcoestado sabe que no está lejos de ello, afirmó el oficial.
El sistema político en su conjunto propicia una debilidad institucional que permite que el dinero del narco coopte los organismos del Estado, financie candidatos a puestos de elección popular, sobre todo alcaldes, y paga a jueces y magistrados para mantener un estado de corrupción permanente.
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Según Carlos Menocal, exministro de Gobernación de Guatemala y experto en temas de seguridad, todo marcha en esta dirección:
"Guatemala, sí está a las puertas de convertirse en un narcoestado si no endereza el rumbo de sus acciones. Junto a este gobierno que ha hecho poco esfuerzo para detener el narcotráfico, tenemos un crecimiento constante del crimen organizado", resaltó.
El Ejército de Guatemala admitió recientemente la existencia de más de 100 pistas clandestinas en el norte del país, en las zonas boscosas del Departamento de Petén, limítrofe con México.
Mientras en Ecuador, el Gobierno ha pactado con la constructora Norberto Odebrecht un proceso de reparación por el esquema de corrupción montado en el país, procedimento cuestionado por la oposición.
Estos y otros temas en esta edición de '500 millones'.