El padre de Assange, John Shipton, también se unió a la 'fiesta', durante la cual los manifestantes —algunos de ellos vestidos con gorros de fiesta— comieron pastelitos de cumpleaños y bailaron.
Según reveló Shipton, tiene "sentimientos encontrados": pese a que se siente feliz [por el apoyo con el que cuenta su hijo], está "un poco angustiado y fatigado por los 9 años de tortura incesante" que ha sufrido Assange.
El fundador de WikiLeaks cumple ahora una pena de 50 semanas por burlar en junio de 2012 su orden de arresto, tras refugiarse en la Embajada ecuatoriana en Londres durante siete años para evitar ser detenido por la policía británica. Las autoridades británicas buscaban cumplir una orden de extradición a Suecia, cuya justicia acusaba al australiano de delitos sexuales. El 11 de abril de 2019 Ecuador puso fin al asilo de Assange y lo entregó a la policía. Ahora el ciberactivista espera el juicio de extradición a EEUU, previsto para febrero del 2020.